RANCHERIASTEREO

martes, 11 de junio de 2019

RÊQUIEN POR LA ACADEMIA VALLENATA.

Por: Nico Duba.
Faltan pocos meses para que se cumpla el plazo dado por la Unesco para la implementación de acciones que preserven la autenticidad del folclor vallenato y no encontramos en las entidades gubernamentales , ni en las miles de organizaciones afines a la música vallenata, los hechos que nos permitan decir que estamos cumpliendo con el requerimiento de la organización que catalogó nuestro folclor como patrimonio inmaterial de la humanidad.
Por el contrario, asistimos silenciosamente al funeral de una de las pocas personas jurídicas que sin bombos ni platillos cumple- dentro de poco diremos cumplía-, a cabalidad con este mandato. Me refiero a la academia musical del Turco Gil. De allí han salido los mejores exponentes de la música vallenata actual. Los mejores acordeoneros, guacharaqueros, cajeros y cantantes del universo musical vallenato crecieron, se formaron o se pulieron en la academia del Turco. Todos lo reconocen públicamente por lo que no hay lugar a discusión.
Los únicos que no lo reconocen, o a sabiendas se hacen los de la vista gorda, son los entes gubernamentales(gobernación y alcaldía) , o sus mandatarios para ser mas preciso, y paradójicamente la máxima organización del folclor vallenato: la Fundación del Festival Vallenato que tampoco lo reconoce.
La Fundación , desde el comienzo exitoso de la academia del Turco, temerosa ,se apresuró a crear otra academia paralela y a conformar otra organización de "niños del vallenato".
El Turco , en silencio compitió en desventaja, sin apoyos oficiales contra la Fundación ,y con la uñas llevó a sus niños a lugares impensables , en los que para admiración de personajes como Clinton y Chávez, por mencionar unos pocos, dio a conocer el hermoso folclor que nos enorgullece, en manos y en voces de niños y jóvenes talentosos.
Sobraron los aplausos y luego de los mismos el Turco en su soledad y en su vocación siguió cultivando a los muchachos humildes de su academia, con constancia y dedicación. Hermoso espectáculo para mí era llegar como un turista más a ver tanto aprendiz entusiasta de acordeón y otros instrumentos. Era como avistar aves y escuchar sus bellos trinos, esta vez personificadas en jóvenes humildes que se adentraban en el sublime mundo de la música vallenata.
Los gobernadores y los alcaldes no vieron, ni ven al Turco y a su academia desde esa óptica. No lo hacen porque en nuestro medio todo es chabacanería. No hay grandeza de pensamiento. Hay mucho bocón hablando de historia del vallenato y mucho bla bla en los conversatorios pero no hay una voz líder que nos ayude a fortalecer nuestros valores culturales.
La Gobernación de Monsalvo , la de Franco, y la Alcaldía de Tuto, lo que vieron en la academia del Turco fue un mecanismo para utilizarla como entidad intermediaria para ponerla a contratar servicios de terceros y dejarle a él un mínimo porcentaje como contratante.
No miraron a la academia como un semillero de grandes acordeoneros, como instrumento de formación de niños y jóvenes. El hampón y fariseo de Tuto, que tanto habla de familia y que tanto dinero derrocha en programas inocuos de papel y publicidad, nunca llamó al maestro Gil para incorporar su academia a un programa de apoyo a la juventud con su enseñanza musical.
La gobernación menos. Al contrario, apoyaron la creación de otras academias espúreas para darles contratos y robarse cientos de millones con el sofisma de la educación musical.
Los de la Fundación, con Rodolfo a la cabeza, convirtieron a los "Niños del Vallenato del Turco Gil" en un objetivo de guerra comercial, y con competencia desleal y otras prácticas vergonzosas, en mas de una ocasión les causaron daño.
Por esas razones y muchas más, quizás algunas relacionadas con la poca habilidad del Turco en el manejo financiero de lo poco que le entraba, es que la academia mas importante de la música vallenata está a punto de desaparecer.
Existen muchos mecanismos para salvarla, pero en Valledupar no hay grandeza de espíritu para pensar en lo que verdaderamente representa esa humilde academia para la permanencia del folclor . Muchos detractores hoy salen a hablar de los defectos del Turco Gil para obviar lo importante: la permanencia o no de la academia.
Bien podrían la gobernación y la alcaldía implementar sendos programas de apoyo a la educación y formación musical de jóvenes y con becas a cientos de muchachos, ayudar al fortalecimiento financiero de la academia del Turco Gil, que es lo que está a punto de morir.
Finalmente les recuerdo que lo que perduró de Grecia en materia educativa fueron sus famosas "academias" y sus enseñanzas filosóficas. Sus gestores o mentores como Sócrates, Aristóteles o Platón, no fueron valorados por sus virtudes o por sus defectos personales, sino por sus enseñanzas. Hagamos lo mismo con el Turco Gil y con su academia.