RANCHERIASTEREO

martes, 29 de septiembre de 2015

CON EL VIENTO A MI FAVOR LO NUEVO DE IVO LUIS DIAZ Y ALMES GRANADOS


El disco fue lanzado el sábado 26 de septiembre, en el Club Valledupar, ante la prensa y un numeroso grupo de invitados especiales, entre los que estabán presentes los defensores del vallenato clásico.

Un espectacular lanzamiento realizaron Ivo Díaz y Almes Granados, quienes presentaron su álbum musical ‘Con el viento a mi favor’ con una nutrida asistencia.

El evento se realizó con un excelente escenario con luces y efectos especiales que matizaron la brillante actuación de  Ivo Díaz y Almes Granados, quienes interpretaron las 15 canciones del nuevo repertorio.

Al evento asistieron los compositores Gustavo Gutiérrez, autor de la canción ‘Poquito a poco’; Mateo Torres, Beto Murgas, Deimer Marín, entre otros, quienes elogiaron la elegante presentación de los artistas en un escenario muy bien decorado que le dieron elegancia al evento organizado por  Ruby López, esposa de Ivo Díaz.

La escogencia del material fue consultada, previamente, con conocedores del arte musical, quienes fueron los responsables de seleccionar el repertorio, manifestaron los protagonistas: Almes e Ivo Luis.

Quince compositores de los llamados Clásicos del Vallenato, aportaron sus obras para el nuevo disco de Ivo Díaz y Almes Granados, titulado ‘Con el viento a mi favor’, que salió al mercado el jueves 10 de septiembre.



 Los temas y los autores son los siguientes:

1. Con el viento a mi favor (Marciano Martínez)
2. De poquito a poco (Gustavo Gutiérrez Cabello)
3. Campanitas de mi pueblo (Emiro Zuleta)
4. Cincuenta (Ivo Díaz)
5. El Aventurero (Leandro Díaz)
6. Cuento de Hadas (Fernando Dangond Castro)
7. Paloma Blanca (Romualdo Brito)
8. Me equivoque contigo (Juan Manuel Gutiérrez)
9. Como puedes olvidar (Rafael “Taty” Jácome)
10. El ultimo corazón (“Poncho” Cotes Jr.)
11. El Pintor (Adolfo Pacheco)
12. Una lagrima de amor (Wilson Gutiérrez)
13. Gracias papá (Mateo Torres)
14. Me lo dijo mi mamá (José Carlos Guerra “Pitalua)
15. La carta (Carlos Huertas).

La selección musical de este CD fue consultada, previamente, con exigentes calificadores del arte musical que escogieron este selecto contenido.

El disco se presentó en un gran evento el sábado 26 de septiembre, en el Club Valledupar, ante la prensa y un numeroso grupo de invitados especiales, entre los que estuvieron presentes, importantes amantes y defensores del vallenato clásico.

Fue un evento sin precedentes por su contenido y despliegue en la historia de las publicaciones de discos en Valledupar.

lunes, 14 de septiembre de 2015

CARLOS MELO SALAZAR “MERECE UN HOMENAJE POR PARTE DEL FESTIVAL VALLENATO”

Concierto Vallenato, ahora desde la Radio de la Universidad Nacional de Colombia.


Por: Martha Yaneth Ruíz y Gabriel Jiménez Pallares
Lapislázuli Periódico


Lapislázuli Periódico hace un reconocimiento por toda una vida de gestión cultural y promotor artístico a Carlos Melo Salazar, un ser humano privilegiado de voz natural, firme y pausada, la voz del locutor que desde el nivel del mar subió los cerros andinos hace cerca de medio siglo para difundir desde la capital colombiana los aires del folclor Vallenato y dejar aquí arraigados en el corazón de nacionales y foráneos esta expresión musical de los sentimientos de un pueblo.

Carlos Melo se define como un hombre sencillo de la Costa Caribe Colombiana, más exactamente de Santa Marta. Nació en un hogar humilde, cuando su papá trabajaba con la United Fruit Company en la zona bananera del Magdalena. No obstante sus padecimientos de asma crónica, con gran esfuerzo pudo terminar el bachillerato en el Liceo Celedón de su ciudad natal; viajó a Bogotá para estudiar Derecho en la Universidad Libre, pero al no alcanzarle el dinero necesitó trabajar.

Traía la iniciativa de la radio desde el momento que se expresó en un micrófono suelto, sin darse cuenta que el parlante estaba en la oficina de la secretaria, previo al acto de izada de la bandera en el colegio “Usted tiene la voz de locutor!” dijo ella. “Eso se me encendió en el alma, en el pensamiento… yo no me hice ninguna pregunta, pero cuando llegué a Bogotá saqué la licencia de locutor”, comenta.

Primero estuvo en la Radio Mundial. Luego se propuso divulgar los aires del Vallenato en Bogotá. A algunos costeños amigos que les comentó le respondieron: “estás loco, esa música tan corroncha que va a pegar aquí!” Con su poca experiencia y gracias al apoyo del director, arrancó Concierto Vallenato en Radio Juventud; en esta emisora estuvo diez años. Después hizo Estampas Vallenatas en la Radio Cadena Nacional durante 17 años, tiempo que alternó con la presentación de música clásica en la Radio HJCK, de eso hace más de cuarenta años, y sigue trabajando con la HJCK, y ahora en la Radiodifusora de la Universidad Nacional “Es una tarea bonita, sobre todo hecha con mucho criterio, con mucha responsabilidad y mucho respeto”, asegura.

Para Carlos Melo el Vallenato es una música sencilla, con mensajes claros que nació en el valle del río Cesar, y en cierta manera “nos representa a nosotros los costeños”. El Vallenato se interpreta con tres instrumentos, acordeón, caja y guacharaca, en cuatro ritmos: el paseo, el merengue, el son y la puya. Ahora, como la gente tomó posiciones menos críticas, aceptan como Vallenato todo lo que se toca con acordeón, pero insiste, eso no es así, porque tienen sus diferencias grandes…y tiene sus instituciones respetables, como la parranda, reunión de amigos para escuchar la música con mucha devoción, donde se respeta al artista; la gente no habla ni baila, cuando el grupo vallenato está haciendo su presentación.

Ha asistido al Festival de la Leyenda Vallenata desde el año de 1970, y ahora se prepara para asistir a la cuadragésima cuarta edición este año de 2011. Al preguntarle cómo observa la evolución del Festival, afirma que en sus primeros años creaban sorpresa para los ajenos a la música, y delirio, sobre todo para la juventud, porque estaban contentos con la inauguración del departamento del Cesar en el año de 1967. Actuaban con una pasión grande porque se decían que esa música era de ellos, y que tenían que apoyarlas. Llovían las invitaciones para parrandear con conjunto vallenato. El Vallenato era una fiesta bonita; recuerda que en los primeros festivales, como representante de un medio de comunicación, no pagaba nada; le daban el pasaje, el hotel, la comida; ahora no.

Carlos Melo siente con orgullo haber sido pionero en la divulgación del Vallenato en Bogotá “Eso nadie me lo quita…” Y lo hizo sin ninguna pretensión, con mucha sinceridad y cree que ha perdurado a raíz de que eso lo traía en el alma “De pronto me da como vaina decir que yo llegué a ser como figura en este comienzo de la divulgación del Vallenato, porque es que no había más nadie”. En ese entonces, todo el mundo lo saludaba, le hacían entrevistas, le daban a conocer, y como ha sido una persona “muy penosa” entonces, se sentía incómodo.

Al preguntarle a Carlos Melo sobre qué reconocimientos ha tenido por su trabajo de promotor cultural, confiesa: “Por ahí me han dado diplomas… no más!” y cuando insistimos por conocer cuál es el más significativo para él, asegura: “… el aplauso que me prodigaron las generaciones de los años 60 y 70, porque todo el mundo hablaba de la gestión que hice del Vallenato”.

Esta labor ha sido permanente en su vida, sin descanso, desde el momento que inició su difusión radial en 1968. Hoy, el Vallenato es la música popular con más seguidores en Colombia, en todo el territorio nacional, y aún en el exterior. Carlos Melo continúa en esta labor, haciendo el reconocimiento a los artistas del Vallenato, comentando con anécdotas las vivencias de los verdaderos juglares, enseñando a las viejas y nuevas generaciones de oyentes las diferencias de estos aires musicales. Esto lo hace en las audiciones desde la U.N. Radio, de la Universidad Nacional, los domingos a la una de la tarde, en su Concierto Vallenato, retomando el nombre de aquella vieja audición que realizaba en Radio Juventud; y en la HJCK.com, en un programa que se llama Caminos de Macondo “Que se enteren de estos buenos programas que recorren toda la geografía colombiana y la geografía mundial para traer a personas que han sido importantes en valores culturales en Colombia!”, exclama.


Ahora es muy casero, no le gusta salir en la noche, y asegura que las parrandas deben ser de día. Después de tantos años vive sin afanes, con tranquilidad, con su familia. Cree que las labores que se acomete en la vida deben juzgarla los demás, no que nos aplaudan. “Yo quiero felicitarlos cordialmente, ya tengo la dirección de la página de Lapislázuli, voy a tenerlos muy en cuenta, voy a leerlos, a pesar de que soy un poquito reticente al computador” concluye.

jueves, 10 de septiembre de 2015

LUIS ENRIQUE MARTINEZ "EL POLLO VALLENATO"

Luis Enrique Martínez, Rey Vallenato 1973

Cuando se realice el 49 versión del Festival de la Leyenda Vallenata en homenaje a los Hermanos Zuleta Díaz en abril del 2016 se habrá conmemorado los 21 años de la muerte de uno de los juglares del vallenato, Luis Enrique Martínez. Se está trabajando en la organización de una nueva versión, pero…

- Se le estará preparando un homenaje póstumo al 6 Rey que ha tenido el Festival quien murió el 25 de marzo de 1995 en la ciudad de Santa Marta? Si lo han pensado, bien hecho; sino, deberían hacerlo porque fue una de las glorias de ese hermosa modalidad a través del son, merengue, paseo, puya y hasta cumbia al estilo del Pollo Vallenato, que siempre lo fue volviendo al ruedo en la tierra de Pedro Castro. Cuando Luis Enrique Martínez ganó en 1973 coronándose como Rey Vallenato, lo hizo como aficionado Egidio Cuadrado, en Infantil Raúl “El Chiche” Martínez , la canción vallenata inédita fue de la autoría de Armando Zabaleta “ No voy a Patillal”.

Como antesala a esta celebración de ese nuevo aniversario de la muerte del maestro, los 21 años de su partida, hemos querido en CARIBE HOY destacarlo como a uno de los más ilustres representantes de este folclor; Luis Enrique Martínez que le dio al vallenato renombre a través de sus sones, merengues, y ritmos que enaltecieron a esta región caribe y a nuestro país. Es parte de la historia de lo que fue este personaje. LUIS ENRIQUE MARTINEZ… “El Pollo Vallenato”. En una ocasión lo hicimos en una página completa del periódico El Heraldo , un mes y cinco días de su muerte en la Sección Panorama Costeño , bajo el Titulo Así Era “ EL POLLO VALLENATO”, domingo 30 de abril de 1995

Antes de que se celebre los 21 años del viaja al más allá de este valor guajiro, dedicamos con todo cariño esta crónica al pueblo guajiro, al pueblo vallenato, al pueblo magdalenense y a la costa caribe en general, porque lo nuestro merece destacarse, porque no somos de Barranquilla, Santa Marta, Cartagena, Sincelejo, Valledupar, Monteria, Riohacha o San Andrès, sino ciento por ciento caribeño.

“Nunca pensó en la muerte, pues amaba mucho la vida “Su mujer, hijos y nietos eran todo para él. “Las visitas de amigos eran permanentes y esto para Luis Enrique Martínez lo llenaba de satisfacción, orgullo y felicidad. “Las mejores regalías de su éxito “La tijera” las recibió del samario Carlos Vives dijo.

Dice el viejo proverbio: “Ningún muerto fue malo”. Pero aquí con Luis Enrique Martínez, “El Pollo Vallenato”, no cabe porque la realidad es una sola, el Sexto Rey Vallenato era una persona amable, que cuando lo visitaban en su residencia en Santa Marta no cabía en su pellejo, se llenaba de felicidad contando sus anécdotas, su historia de amor con su Rosalbina del alma, o Rosita como cariñosamente la llamaba.

Fue en una ocasión cuando su nieto Johnny Pérez, quien cumplía años, me lo presentó. Había una parranda en casa de “El Pollo” por este acontecimiento, animaban los hermanos Manuel y Algemiro Rivaldo. Me saludó con efusividad y con tono alegre me dijo: “Bienvenido a esta tu casa” Esa era su forma de ser, sencillo y por eso tenía amigos por montones.

A pesar de haber nacido en Los Haticos, corregimiento de Fonseca, en el Departamento de La Guajira, donde nació el 24 de febrero de 1923, Luis Enrique, de origen particularmente campesino, residió por muchos años en la capital del Magdalena, donde se destacó por su espíritu parrandero, por la forma de tomar la vida, a la que amaba, especialmente desde que se unió a Rosalbina Serrano, la que conoció en el Copey, donde se casaron en 1.947 el mismo año en que se inició en este arte.

Dueño de un estilo característico para ejecutar los aires vallenatos como el paseo y el merengue; confesó en muchas ocasiones haber asimilado tan dignificante arte como el de ejecutar el acordeón, de grandes maestros como el de Francisco “ Pacho “ Rada de quien le aprendió sus sones, mientras que asimiló de los juglares Lorenzo Morales, Emiliano Zuleta y Chico Bolaños, lo que quedó sentado en el libro “ Cultura Vallenata” del connotado autor Tomas Darío Gutiérrez , en la que también éste célebre personaje confiesa haber conocido a "Francisco El Hombre”.

Hombre sencillo, bondadoso y bonachón, las características más importantes en su personalidad, hasta el punto que le decían “ El pacificador” porque siempre e intervenía entre las discusiones de los músicos de la épocas para bajarles los ánimos que terminaban en un abrazo.

José Ceferino Nieves Orozco en su anecdotario del Folclor Vallenato lo sostiene que su aporte a la música vallenata radica en la innovación que dividió en dos la evolución de este ritmo; por un lado la agilidad sorprendente en la agitación del acordeón y por otro la agitación musical ataviada de adornos, notas brillantes , nuevos movimientos, giros y compases que lo convierten en un revolucionario que logra sacar al acordeón de la ejecución monorrítmica que logran posicionarlo en los años 50 por su genialidad con la creación de innovados pasos musicales dándole prestigio en este aspecto tanto en lo comercial como en lo musical, porque sabía tocar, cantar y componer al mismo tiempo, una característica muy importante de un artista.

LUIS ENRIQUE MARTINEZ

Luis Enrique Martínez Argote nace en el hogar conformado por Santander Martínez un hombre que combinaba el oficio de hacer techos de palma, con el de acordeonero, y acompañaba a su hijo con las maracas o con el redoblante en las alegres colitas y Natividad Argote una mujer igualmente trabajadora y hacendosa quien lo llevó a Fundación, en busca de las nuevas oportunidades que le podría brindar la bonanza bananera, se especializó en aserrar madera, actividad que alternó con la música por esa razón dedicó a ese importante municipio del departamento del Magdalena el que admiró y quiso mucho, “ Jardin de Fundación” recibiendo la retribución de sus habitantes.

En esa población cuyo nombre original no fue el de Fundación si no el de la Envidia, en razón a que las primeras viviendas que se levantaron en ese lugar fueron construidas en una de las divisiones de la finca "San Francisco de Fundación" que llevaba ese nombre, aprendió del destacado maestro acordeonero Francisco “ Pacho” Pacho Rada, el autor de “ La Lira” y adquirió los conocimientos musicales los que perfeccionó con los música de la Provincia , dedicándose con seriedad a su nuevo oficio que ejercía donde lo solicitaban. Después Fundación por notorio crecimiento y connotación regional sus habitantes le cambiaron ese despectivo nombre para ellos por el de "Fundación" que más tarde para Luis Enrique Martínez, a la Esquina del Progreso como también se le conoce al municipio, para él la califica como un verdadero. Con el pasar del tiempo “ El Pollo Vallenato “llegó al Banco-Magdalena donde conoció a Juan Madrid quien lo enseñó a cantar y a acompañarse con la guitarra

EL POR QUÈ LO DEL POLLO VALLENATO

Este gran valor del caribe colombiano, guajiro de nacimiento, pero magdalenense de corazón, quien tocaba magistralmente con un estilo envidiable fue bautizado como “ El Pollo Vallenato” por sus notas picarescas y claras, las que adornaba con su sapiencia en forma asombrosa ; promovía poemas satíricos, combinándolos con lo sensible ,lo que le mereció el honroso título de “ El Pollo Vallenato”, porque sus admiradores y escritores sostenían que se asemejaba en las parrandas a un gallo fino que nunca pierde una pelea y siempre se mostraba firme venciendo en las piquerias, razón por la que compuso un tema considerado desafiante, una letra en honor a su renombre; “El pollo Vallenato”

“Oiga muchacho, yo soy Enrique Martínez/que nunca tiene miedo si se trata de tocar/Luis Martínez es el “El Pollo Vallenato”/y es candela lo que van a llevar.”

Y Luis Martínez “ El Pollo Vallenato” tarareaban sus seguidores.-Nunca se le veía desesperado y a todos los familiares y amigos les daba ánimo porque decía que la vida era una sola y había que saber vivirla, por eso desde muy niño, desde los 15 años de edad cuando se dedicaba a su trabajo de machetero, alternaba estas labores con el acordeón, contando con el apoyo de sus progenitores, quienes lo ayudaron para que comprara uno de dos teclados por doce pesos

Sus padres nunca pensaron que este jovencito que se le veía por las calles del pueblo animando las parrandas o bailes, sería más tarde un maestro del vallenato y en varias ocasiones fue exaltado por Guillermo Buitrago, su amigo, por ese talento propio para componer temas.

SU PRIMERA GRABACION

Se forjó como profesional en 1.947 y en 1948 realiza su primera grabación incluyendo temas como “Seis días de la semana” y “Recuerdos de Emilianito”. Este trabajo tuvo acogida y de ahí en adelante todo fue fácil para el cantautor, a quien más tarde le toco alternar con otros artistas de la talla de Abel Antonio Villa, Emiliano Zuleta “El Viejo”, Pacho Rada, Alejandro Durán y Alfredo Gutiérrez.

De él se decía que tenía una mente de poeta, una voz parrandera y una gran maestría al ejecutar el acordeón, ganándose el respeto de los demás colegas de todas las generaciones. Se dio el lujo de grabar para todas las casas disqueras y para el sello Costeño de Codiscos graba el trabajo que fue titulado “Los tres grandes del acordeón “vallenato”, con Abel Antonio Villa y Alfredo Gutiérrez.

Se destacó en esa larga duración un mosaico al estilo de “El Pollo”, “Hombre divertido”, “Merenguito sabroso”, “El vallenato” y “Cumbia cienaguera” todos temas de su autoría, así como “La caja negra”, de Rafael Valencia, “El reparto” de Camilo Namen y “La piña” de Nola Mestre, los cuales ejecutó con verdadera maestría.

Sus letras eran vivencias que refería con sentimiento para que cada mensaje llegara a la gente. Cuando fue elegido Rey Vallenato sus seguidores, familiares y amigos expresaron sus satisfacción porque se lo tenía bien merecido, porque ejecutaba con maestría entre otros el son y el verdadero merengue vallenato dejando como legado varias escuelas que sifuieron ejemplarmente sus enseñanzas.

Sus composiciones se cree superaron las ciento veinte como autor e intérprete, destacándose entre otras famosas "El Jardín de Fundación", "El Pollo Vallenato", "La Tijera", que hizo famosa posteriormente Daniel Celedòn y el “ Pollo Isma ”, Ismael Rudas, en la época donde el vallenato estaba en su apogeo en algunas ciudades como Barranquilla, y la versión internacionalizada de "La Cumbia Cienaguera" “ Mi despedida “, “ No me hagas sufrir”, “ Zunilda”, “ La Niña Esquiva” , “ El Caribe”, “ El Resentido”

LA LEYENDA VALLENATA

Luis Enrique Martínez se coronó Sexto Rey Vallenato el 30 de abril de 1.973, cuando fue escogido por el jurado con el respaldo del pueblo, después de haberlo intentado por varias ocasiones lo que no se logró por diferentes motivos, entre ellas: en el Primer Festival, cuando se aseguraba que iba a ganar, fue derrotado por su compadre Alejandro Duran, ocupando el tercer puesto; año 1.968

En el Segundo Festival, que también era el favorito, no se presentó por estar celebrando anticipadamente y ganó Nicolàs “Colacho” Mendoza. Cuando por fin ganó tuvo una competencia reñida con Julio de la Ossa y Andrés Landeros; ejecutó los sones de la puya, el merengue y el paseo, haciendo vibrar de emoción a los asistentes a la Plaza Alfonso López, en la tarima “Francisco El Hombre”.

LAS BODAS DE PLATA

Este tema de su autoría narra lo que en verdad sucedió en abril de 1.972. en “Las bodas de plata” de Luis Enrique con Rosalbina, cuando se hizo una fiesta bonita, con música vallenata, porque aquí “El Pollo Vallenato” echó la casa por la ventana, como se dice popularmente, pues esta fiesta duró una semana completa y a ella asistieron, entre otros, Alejandro Durán, Andrés Landeros, Calixto Ochoa, “Colacho” Mendoza, Emiliano Zuleta y Pacho Rada.

Como en las grandes celebraciones, hubo ron, aguardiente, whiskey y cervezas. De comida se ofreció carnero, gallina y pavo y como complemento, porque todo se había acabado, terminaron comiendo pescado. Sus amigos y sus amigas, todos fueron a su casa y salieron satisfechos, y más contento estaba Luis Enrique con su Rosita, porque no todos los días se cumplen 25 años felices de casados.

SU MUERTE

La muerte de Luis Enrique fue sorpresiva, ocurrió el 25 de marzo de 1995 en la ciudad de Santa Marta, capital del Magdalena. Ese día su nieto Johnny había dialogado en la mañana con él, lo ayudó a afeitarse, se jugó con su abuelo querido y se marchó con sus amigos a visitar una finca de la familia. Al regresar a su casa encontró en medio de la sala el ataúd con los restos mortales del Sexto Rey Vallenato. Al momento de su deceso contaba con 73 años, los cuales vivió “bien vividos”, aseguran sus hijos y nietos, quienes le celebraban todo lo que éste hacia: era el consentido de la casa” hasta el punto de que 6 meses antes de su fallecimiento, dejó de tomar por prescripción médica y él seguía acompañando a su familia en sus parrandas.

A la hora de su muerte se encontraban además de sus familiares sus verdaderos amigos que se mostraban satisfechos porque éste en estos tiempos, por su tema “La tijera” estaba recibiendo buenas regalías; las mejores en todas las épocas y esto se debe al éxito que tuvo Carlos Vives con su composición.

Todas las emisoras de la Costa comenzaron a difundir la noticia y Armando Zabaleta, que se encontraba en Barranquilla, tomó un carro expreso y fue el primero en llegar y así, uno a uno fueron llegando Consuelo Araujo, “La Cacica” “El Debe” López , Miguel López , Jorge Oñate, Álvaro López, Alfredo Gutiérrez, Maribel Cortina y Abel Antonio Villa, entre otros.

De tantos años de trabajo, por tantos temas compuestos, Luis Enrique Martínez, al igual que muchos compositores, solo recibió prácticamente limosnas; por eso en su sepelio los músicos costeños dijeron que ya estaba bueno de tantos homenajes póstumos, que estos se hacían en vida… “Después de muerto para que”, aseguraron sus compañeros quienes dijeron en una sola vez que ellos enriquecieron el folclor y otros se beneficiaban.

Sus amigos, hermanos y nietos heredaron de él su amor por la música, pues casi todos ejecutan el acordeón, caja o guacharaca. Este ilustre hombre les dejó una gran herencia musical.

Los organizadores del Festival de la Leyenda Vallenata en su primer mes de muerto le rindieron póstumo que seguramente lo harán en esta ocasión “El pollo” seguirá disfrutando en el cielo en su descanso eterno al lado de otros grandes que también han dejado esta tierra y es por eso que sus memorias no deben ser olvidadas, sus canciones deben ser mensajes que quedaron garbados en las regiones del caribe colombiano, en la historia del folclor colombiano.
  
El Pollo Vallenato

Oigan muchachos yo soy Enrique Martínez
Quien nunca tiene miedo si se trata de tocar
Soy Luis Martínez el pollo vallenato
Y es candela lo que van a tomar
Oigan muchachos
Oigan la nota
Como toca
El vallenato
.
Hago los fandangos con mi pañuelito rojo
Y mi acordeón en la mano dispuesto para tocar
Soy Luis Martínez el pollo vallenato
Y es candela lo que van a llevar
.
Oigan muchachos
Oigan la nota
Como toca
El vallenato
.
Ando por la calle con mi acordeón en la mano
En busca de mis amigos dispuesto pa' parrandear
Soy Luis Martínez el pollo vallenato
Es candela lo que van a tomar
.
Oigan muchachos
Oigan la nota
Como toca
El vallenato


Varios temas de autoría y temas interpretado por este personaje Luis Enrique Martinez: El pollo vallenato, La tijera, La dejó el tren, No me hagas sufrir, El jardín de Fundación, Gavilán sin alas, Secreto raro, Villa del Rosario, El gallo jabao, La ciencia oculta, No te da dolor, Alegre golondrina, El hombre modelo, Linda morena, Cereteñita, Zunilda, Sueño español (Adriano Salas), El cantor de Fonseca, Tragedia del destino (Adriano Salas), Cumbia cienaguera, La carta, Crucita, Avión de nieve (Adriano Salas),Adiós corazoncito ,Morenita de ojos negros, Inesita, Ave silvestre, Qué te pasa corazón, Mi despedida, Me voy de la montaña, Donde quiera que vaya, Lengua viperina, Cariñito, Alcirita, La tengo dominá, Los bandoleros, El guarapo,. No me guardes luto, A orillas del mar (Carlos Vélez), Cumbia fonsequera.

Por: Wilber Fábregas MolinaHISTORIA MUSICAL VOL 1 Y VOL 2