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jueves, 20 de febrero de 2020

ISMAEL ZULETA. UN SAHAGUNENSE DE VERDAD VERDAD


Por Róbinson Nájera Galvis.
Unos días atrás, observé a Ismael Zuleta en una reunión en el Barrio San Pedro, orientando sobre las posibilidades del cambio de nombre de la Plaza Cultural de Sahagún, oficializado mediante el polémico acuerdo 030 de noviembre 28 de 2018 por el Alcalde y el Concejo Municipal salientes. Más adelante, sin que él jugara fútbol, lo vi en una foto del recuerdo de la Selección Sahagún de mediados de la década del 70 que se enfrentó a las Reservas del Junior de Barranquilla en la cancha del Colegio Andrés Rodríguez B. Al día siguiente leí la noticia que lo anunciaba como uno de los principales organizadores del Festival de Acordeoneros y Compositores de Sahagún. Ante esta visión de una persona que aparece en escenarios distintos aportando algo, sólo quedan dos opciones: admirarlo o dudar de sus intenciones.
Pero estoy seguro que la mayoría de los sahagunenses estábamos de acuerdo. Ismael en lo referente a las cosas de Sahagún solo trabajaba por amor al arte. Para él la vida sin mover una paja, tal vez le parecía una jartera, una cucharada insípida e incolora, un paseo por el mundo demasiado aburridor. Desde siempre debió sentir que tomar la vida a fin de llenarse el cuerpo y el estómago para sí mismo, llevándose a otros por delante, era una miserableza, por eso, su cabeza lúcida y pletórica de inteligencia decidió ponerla en toda circunstancia al servicio de causas comunes. Así disfrutaba la vida, la saboreaba, la exprimía, la degustaba. Lo que no entendemos es esa jugada tan traicionera y desafortunada de su corazón, si las personas que aman intensamente como él, deben blindarse por mucho más tiempo con el elixir de vida.
Algunos opinan que Ismael nació en San Marcos, otros que en El Viajano. Eso no tiene ninguna importancia, lo interesante es que tenía a este Municipio metido en la cabeza. En el trasegar del tiempo demostró que no era cualquier pintado en la pared sino un Sahagunense de verdad verdad. Su temprana partida deja un vacío que a veces produce desesperanza, más cuando en algunas oportunidades intentó brindar con sinceridad y honestidad: su preparación en derecho administrativo a toda prueba, su calidad humana al servicio de personas de todas las clases sociales, su amistad, sencillez y gran amor al terruño para dirigir los destinos del mismo, pero no sabemos qué hada maligna se nos atravesó en el entrecejo para no dejarnos ver su buen propósito. Ojalá su alma benevolente, desde el cielo nos siga iluminando en este valle de lágrimas y corrupción.
Seño Farly, Mayra Alejandra y Alberto Mario, la desaparición física de una persona buena duele en lo más profundo de nuestro ser, más a ustedes que estaban acostumbradas a su compañía permanente, a sus cuidados, a sus enseñanzas, a su fraternidad. Ismael Zuleta era de las personas que ponen y muestran el corazón en todo lo que hacen, tienen una visión de futuro y fortaleza para anteponerse a las dificultades. Estas son algunas de las razones que los hace triunfadores en la vida, quizá hasta más allá de la muerte, pues ni ella podrá borrar el brillo permanente de sus ojos, la intención vestida de amor de todos sus actos o el color de la sonrisa que le deparaban sus éxitos y los de ustedes, su familia, porque todo ello queda dibujado en miles de corazones. Siéntanse afortunados de haber tenido un esposo y un padre irrepetible.
Reina de papel, Fredy Sierra & ismael Zuleta