Como un homenaje a su
padre Adaníes Díaz, Jorge Iván ‘El Churo’ Díaz grabó las canciones más
importantes interpretadas por su progenitor, un gran representante del folclor
vallenato de los años 80.
Churo y sus amigos’
Silvestre Dangond, Peter Manjarrés y Poncho Zuleta, engalanarán las notas
de las canciones que fueron hitos hace varios años, tales como Marianita,
Estrella Fugaz, Bendita Duda, Injusticia, La Pesca, Ya no Eres mi Amor, Pico y
Espuela, Morena, Mi Proclama, El Cantor de los Indios, Pase lo que Pase,
Volverás, El Cobarde del Pueblo, La Campesinita y El Borracho.
Con cada uno de los
cantantes, que también son muy representativos para el folclor vallenato,
interpretará una canción de su padre, quienes accedieron a hacer parte de esta
importante producción como un homenaje a Adaníes, un hombre que con su muerte
truncó el éxito que tenía bien cultivado y que estuvo a la altura de los más
grandes del vallenato de la época.
En la producción también
hicieron parte los acordeoneros que han representado la cultura vallenata con
sus melodías, como Iván Zuleta, Gonzalo Arturo ‘El Cocha’ Molina, Julián Rojas,
Alvarito López, Alberto ‘Beto’ Villa, Franco Arguelles, Omar Geles, Juancho De
La Espriella y su compañero de fórmula Elías Mendoza.
Con esta producción, El
Churo Díaz exalta a su padre por una petición de sus seguidores y del anhelo de
su corazón de recordar las canciones que inmortalizaron el nombre de Adaníes
Díaz. Los cantantes ni los acordeoneros recibieron retribución económica por
hacer parte de la producción y lo hicieron por darle el gusto de hacer este
homenaje a una figura del folclor vallenato.
Las grabaciones se
realizaron en los estudios de grabación de Leo Record bajo la dirección de Fabián
Corrales con un costo cercano a los 24 millones de pesos.
“Yo fui el manager de
Adaníes”
Daniel Vega Córdoba,
recuerda aquellos días en los que Adaníes se subía a las tarimas y era una
importante figura como lo era Diomedes, Poncho y Oñate, en la época.
“Adaníes era una persona
responsable, en esa época Héctor Zuleta, su acordeonero, alcazaba a duras penas
los 20 años y llegó a llorar en muchas parrandas porque decía que Héctor lo iba
a dejar sólo creyendo que se iba a grabar con Diomedes Díaz, con la realidad de
que no lo dejó para irse a tocar con el Cacique, sino con un adiós que fue para
siempre, y seis meses después, en el año 1982, fue el fallecimiento de Adaníes”
relató el que fuera entonces el manager del cantante, y quien recorrió muchos
lugares cerca de ellos.
También contó a
Rancheriastereo que Sierva María, Volverás y Estrella Fugaz son las canciones
que más lo inspiraban, eran supremamente importante presentarlas ante el
público,
“Adaníes vivía por el
folclor, no le importaba tanto el dinero, primero le pagaba a los integrantes y
del bus se bajaban con la plata del toque en la mano, esa era su mayor
satisfacción, complacer a la gente, a su corazón y hacer de su agrupación una
familia”.
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