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miércoles, 22 de mayo de 2013

LA DINASTÍA ZULETA



La Universidad de La Guajira como institución pública es un escenario que permite, del sujeto que argumenta, el desarrollo libre de las ideas sobre el mundo, contrastándolas con la cultura. Reconoce la representatividad como forma de participación intersubjetiva y social, fomenta la dignidad formando desde posiciones ontológicas, epistemológicas y metodológicas validadas por las ciencias empíricas y las ciencias sociales para afrontar los problemas del mundo de la vida de manera que fortalezca la democracia, asumiendo responsabilidades éticas, de respeto y veneración de la vida, a los antepasados, al orden paterno, a la familia, a la patria, a la equidad de género, de etnias, de diferencias económicas, de la ecología, buscando contribuir al bienestar del hombre en todas sus dimensiones, pero sobre todo, en tanto su devenir humano.

Existen variadas manifestaciones culturales que involucran la música: tararear, cantar, tocar instrumentos, escuchar melodías, componer canciones o participar en su producción; pero todas ellas tienen algo en común, y es que son producto y creación del hombre Así como a través de la palabra hablada materializamos el pensamiento, y el sonido del lenguaje es la materia con que contamos para producir una comunicación; la realización, composición y producción de música es la forma en que materializamos los estados de ánimo.

Escuchamos música romántica cuando estamos enamorados, buscamos música alegre para una fiesta, para celebrar un acontecimiento, buscamos entre todos los sonidos aquellos que se ajustan a nuestros estados de ánimo y preferimos lo que va con nuestro ideal del yo o simplemente por identificación con circunstancias particulares.

Por otra parte, quien hace música, quien logra comunicarse a través de los sonidos, sea con el estilo que más le plazca, tratará de transmitir a través de la música sus pensamientos, sus ideas, sus aspiraciones, sus estados de ánimo, etc., porque es artífice de un arte que nació con el ser humano.

Es el artista, el músico, el que habla el idioma de la naturaleza en un día cualquiera, reflejando una tormenta del alma o una canción de paz para el corazón. Que lo haga bien o no dependerá del dominio de su arte, de su técnica, pero lo que siempre será importante es el esfuerzo que realiza para volcar en sonoras melodías mensajes que de modo lingüístico no tendrían el mismo efecto.

La música nace y se desarrolla con el hombre, y por tanto, también con sus relaciones con el entorno. No es posible comprender la música sin contextualizarla en la realidad que le rodea, es decir, en la sociedad en la que se desarrolla. Por ello, los conceptos de música y sociedad están en constante relación. La música es de gran importancia en la vida de las personas. No hay lugar ni tiempo en el cual la música no haya estado presente. Está en la historia de cada pueblo, en cada creencia y en cada costumbre.

Una de esas manifestaciones musicales que han sido determinantes y de gran importancia en el desarrollo cultural del Caribe Colombiano ha sido la música de acordeón.

La música de acordeón es originaria de la Costa Caribe colombiana como resultado de una armoniosa mezcla de costumbres, leyendas y todo el sentimiento de un pueblo.

Lo que hoy se conoce como folclor vallenato nació en las sabanas, caminos y pueblos de la Costa Norte de Colombia. Su expansión se debe en sus principios a los moradores de la región, que aún sin tener una preparación académica de acordeón, aprendieron a amansarlo para acompañar a los instrumentos de percusión que ya dominaban, y que les servía de fondo y de acompañantes para exteriorizar todos los demonios que tenían dentro en forma cantada, para entregar un recado, para dar una mala noticia o confesar sus amores.

Una de las manifestaciones más importantes del folclor vallenato o de la música de acordeón ha sido en los últimos años la propuesta musical de la dinastía de los Zuleta, desde excelentes compositores, extraordinarios acordeoneros y portentosas voces han llevado a todos los amantes de esta música momentos inolvidables.

La esencia de la dinastía musical de los Zuleta es de un infinito e incuestionable talento, del que trae felicidad y señala valores familiares de los que poco abundan en el mundo de hoy. Cuando se habla de música de acordeón o vallenato, el apellido Zuleta siempre está presente. Por lo menos desde principios del siglo pasado, cuando nace el Viejo Emiliano, el pionero de esta dinastía, todos los que le siguieron han sentido la música como parte de su interior y su ser, la llevan en el alma.

El marco del hermoso paisaje guajiro ha sido de gran influencia en la inspiración de esta dinastía. La brisa del Caribe, el sol ardiente hacen que la gente vibre con el son de esta música y no es fácil para los entendidos poder determinar cuántas canciones han compuesto y han interpretado a través de estos últimos.

Con esta entrega, la Universidad de La Guajira, la Corporación Francisco El Hombre y el Festival Francisco El Hombre ponen en mano de la comunidad el resultado del Foro desarrollado en marzo de 2011, como punto de partida del Festival desarrollado en ese año.

Finalmente, tan solo quiero que reflexionemos de lo importante que llega a ser una simple melodía en nuestra vida, que nos puede alegrar un instante en aquellos momentos que nos sentimos más apagados, o nos ayuda a recordar momentos concretos como los mejores vividos. Por eso mismo, solo quiero manifestar una cosa. 

Un poco de música en nuestras vidas a veces nos ayuda a seguir adelante.

VÍCTOR PINEDO GUERRA
Director Centro de Investigaciones
Universidad de La Guajira

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